La sobrepoblación siguió siendo un problema latente en las cárceles de Hidalgo durante el 2023, lo cual, derivó en otras carencias como la falta de medicamentos, instalaciones adecuadas para mujeres y poca atención para hijos de las reclusas que viven con ellas.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) emitió recomendaciones a los Centros de Reinserción Social (Ceresos) y al Centro de Internamiento para Adolescentes del estado de Hidalgo (CIPA), con el fin de que respeten los derechos de las personas privadas de su libertad.
Dentro de las observaciones, la CDHEH contempló deficiencias en la infraestructura, la salud, la alimentación, seguridad y atención a grupos prioritarios que están recluidos.
Uno de los principales problemas, es la sobrepoblación, pues 3 de las 13 cárceles de Hidalgo no tuvieron dicho conflicto. Es el Cereso de Molango de Escamilla, el de Tenango de Doria y el Centro de Internamiento para Adolescentes.
En cambio, la parte femenil del penal de Pachuca también quejó por debajo de la población. Hubo 186 internas, cuando su capacidad es de 211.
Sin embargo, todos los penales tienen problemas en sus áreas médicas, ya sea por la falta de especialistas o de medicinas.
La CDHEH también detectó anomalías en las áreas para mujeres que empobrecen su estancia. De igual forma, tampoco hay una aplicación correcta de programas para las hijas o hijos de dichas internas, que viven con ellas dentro de la prisión.
Sobrepoblación y otras deficiencias en las cárceles de Hidalgo
En el Cereso de Actopan, existe una sobrepoblación del 36%. Alberga a 261 personas, cuando tiene una capacidad para 191 internos.
De acuerdo con el informe de CDHEH, ofrecen las tres comidas diarias, pero carecen de personal médico permanente para atender enfermedades crónicas como diabetes y VIH.
14 custodios y un sistema de circuito cerrado de televisión se encargan de la seguridad. Sin embargo, es insuficiente para cuidar a una población tan grande, según las observaciones de la Comisión.
Esto aumenta el riesgo de incidentes violentos y dificulta una correcta aplicación de programas de reinserción a la sociedad.
El área de mujeres, también carece de servicios médicos especializados y programas para niños que viven con sus madres. Esta es uno de las cárceles de Hidalgo que también carece de estrategias para resolver conflictos.
A su vez, la sobrepoblación en el Cereso de Apan es igual de preocupante como en otras cárceles de Hidalgo. Alberga a 167 personas en un espacio diseñado para 69, lo que representa un 142% de sobrepoblación.
Carecen de un comedor adecuado, aunque tienen una alimentación basada en proteínas y verduras en las comidas principales y café con pan en la cena. Aunque hay servicios médicos y medicamentos, falta una enfermería para emergencias.
Asimismo, carecen de un área femenil adecuada, servicios médicos especializados para mujeres y programas para niños.
En cambio, cuentan con 12 personas de seguridad, lo cual, tampoco favorece al entorno para un cuidado adecuado.
Ceresos con presos indígena y espacios para mujeres en Hidalgo
El Cereso de la Huasteca Hidalguense aloja a 290 personas en un espacio diseñado para 274. De acuerdo con la CDHEH, hay una presencia de un 40% de población indígena, lo que resalta la necesidad de políticas culturales específicas.
Dan tres comidas diarias y hay un consultorio médico, pero prevalecen enfermedades crónicas como diabetes, con un 17% de la población que requiere atención especializada.
Aunque existe un área separada para mujeres, carecen de servicios médicos especializados y programas de salud preventiva. Tampoco hay servicios para niños y violan los derechos de maternidad, lactancia y de los niños en reclusión.
Hay 30 personas de seguridad, por lo que requieren más gente para evitar problemas entre los presos de dicha región de Hidalgo. También, carece de un espacio o talleres para la resolución de conflictos de manera pacífica.
El Cereso de Huichapan actualmente alberga a 91 internos, lo que equivale a una sobrepoblación del 78%. Esta situación incumple los estándares de derechos humanos y también compromete la seguridad.
De igual forma, carecen de un consultorio y personal médico, toda vez que las actividades de los talleres de carpintería tienen deficiencias a nivel educativo, pese a que muchos presos acuden a ellos.
Hay una correcta separación del ala varonil y femenil. Sin embargo, hacen falta más programas preventivos de salud para las reclusas. La Comisión también detallo que se requiere un análisis más exhaustivo sobre la seguridad.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP “CAFÉ Y CHISMECITO”
Penales de Ixmiquilpan, Jacala y Mixquiahuala
El Cereso de Ixmiquilpan tiene una población de 222 personas, superando en un 167% su capacidad.
Además, falta un comedor adecuado y una correcta atención médica, especialmente para enfermedades crónicas. El área femenil no cuenta con los servicios médicos especializados y programas preventivos.
En Jacala de Ledezma hay una sobrepoblación del 167%, siendo una de las cárceles de Hidalgo con más problemas de este tipo.
Tampoco tiene un comedor y atención médica adecuada, y no promueven activamente la educación. Además, falta infraestructura correcta para actividades deportivas de las y los reclusos. En cambio, hay una correcta presencia de servicios médicos especializados en el área femenil.
Por otra parte, el penal de Mixquiahuala tiene a 164 personas en un espacio diseñado para 76. Esto provoca que los internos duerman en el suelo, lo que contraviene los derechos humanos y perjudica cualquier intento de reinserción efectiva.
Asimismo, los programas de educación y trabajo son insuficientes para preparar a los internos para su reintegración a la sociedad. También necesitan mejoras para practicar deporte, toda vez que tienen un alto índice de actividades de este tipo.
El área femenil carece de espacio al aire libre y solo cuentan con ocho elementos de seguridad para cuidar de las 164 personas recluidas.
Presos en el penal de Pachuca, en Hidalgo
Por otro lado, el Cereso de Molango de Escamilla no enfrenta sobrepoblación como el resto de las cárceles de Hidalgo. Tienen a 161 personas, cuando su capacidad es para 166. De dicha cantidad, el 11% son de origen indígena.
Ofrecen tres comidas diarias y una dieta básica, pero la atención médica necesita mejoras para abordar enfermedades crónicas y la salud mental.
Hay un fuerte enfoque en la carpintería y en educación preparatoria para la población, pero falta educación universitaria. Pese a que no tienen una sobrepoblación, también existe poco personal para garantizar la seguridad.
En cambio, la sección varonil del penal de Pachuca tiene una sobrepoblación del 17.6%. Alberga a mil 847 internos, cuando su estructura es para mil 655.
Ofrece tres comidas diarias en un comedor con capacidad para 500 personas, lo que facilita una nutrición organizada. Cuenta con instalaciones médicas y personal sanitario, aunque requieren programas preventivos más sólidos.
Hay una variedad de actividades laborales y educativas, pero carecen programas educativos superiores. El personal de seguridad es bajo para estándares internacionales, por lo que requieren un aumento para mejorar la vigilancia.
En cuanto a la disciplina, evitan el uso de la fuerza física, pero ciertas medidas como el confinamiento y el traslado deben ser monitoreadas para evitar repercusiones en los reclusos.
Asimismo, el área femenil del penal de Pachuca tiene a 186 mujeres, cuando su espacio es para 211. Dan tres comidas diarias y servicios médicos, aunque hay una necesidad de fortalecer la prevención y atención médica especializada. En cambio, carece de suficiente personal para evitar conflictos y cuidar de las internas.
Sobrepoblación y otros problemas en más cárceles de Hidalgo
En Tenango de Doria hay una población de 121 personas, misma que está dentro de su capacidad para 178. Hay una presencia del 44% de población indígena y tiene un comedor para 100 personas, pero carece de calidad en servicios médicos, así como de educación superior.
En el área femenil, ofrecen servicios médicos especializados y programas de salud preventiva, pero no cuentan con una infraestructura para albergar niños.
El de Tula de Allende también tiene una sobrepoblación como las otras cárceles de Hidalgo. Es del 19.3%, ya que alberga a 747 personas en un espacio diseñado para 626. Promueve actividades deportivas y cuenta con un área femenil con espacio para niños, pero carece de servicios médicos especializados para mujeres.
Mantienen seguridad con 28 personas de custodia y un sistema de monitoreo por cámaras y cuentan con estrategias disciplinarias rehabilitadoras.
Cereso de Tulancingo, uno de los peores
Por otra parte, el penal de Tulancingo es uno de los que tiene más carencias. Enfrenta sobrepoblación con 572 internos en un espacio diseñado para 373. Hay atención médica básica, pero no hay personal especializado para enfermedades crónicas.
La participación en educación y trabajo es baja, mientras que el área femenil carece de servicios médicos especializados y programas preventivos de salud.
Además, la seguridad del lugar está comprometida por el bajo número de elementos de seguridad. No hay área de castigo y la CDHEH menciona que no hay claridad en medidas disciplinarias.
Finalmente, el Centro de Internamiento para Adolescentes tenía a 23 internos hasta el 2023, cuando su capacidad era para mil 403.
Proporcionan tres comidas diarias con alimentos nutritivos, pero carecen personal médico asignado, a pesar de contar con un consultorio médico y suficientes medicamentos.
La participación en programas educativos es alta, especialmente en la preparatoria, pero falta un programa de educación básica.
Hay un área separada para mujeres, pero no hay información sobre servicios médicos especializados ni programas de salud específicos para ellas. Cuentan con un número suficiente de elementos de seguridad y una constante capacitación.
Te puede interesar:
dando clic en el periódico