Bryan Rivera

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Bryan Rivera González

Tras los pasos de López: la ruta de AMLO que pretende seguir Marcelo Ebrard

Finjamos que quedamos sorprendimos. Pongamos esa cara larga y ojos casi desorbitados estilo “Mi Pobre Angelito”, cuando leamos las próximas declaraciones de AMLO o de Marcelo Ebrard, sobre el cada vez más creciente lío del proceso interno. 

Juguemos al engaño al decir que esto no era lo que esperábamos. Sí, eso es más divertido que decir con una erudición estreñida que “ya sabíamos” lo que sucedería. 

No es nuevo el camino elegido por Marcelo Ebrard sobre consolidar su “Movimiento Político Nacional” como una alternativa para llegar a la presidencia. Es una estrategia que uno no sabe qué es, pero que tiene un sabor y aroma familiar. 

Tras los pasos de López: la ruta de AMLO que pretende seguir Marcelo Ebrard
Marcelo Ebrard. Creditos: Especial

Hagamos memoria. 

¿Quién renunció al PRD cuando supo que su única alternativa para lograr la “transformación” era caminar sobre un suelo recién construido?, ¿Quién se esmeró en decir que lo suyo no era un nuevo partido, sino más bien un movimiento que reflejaba las esperanzas de México? 

La ruta tomada por el excanciller es la misma que tomó AMLO hace más de una década para llegar a la silla ejecutiva. Sin embargo, el presidente creó dicho camino. Sería ingenuo pensar que López Obrador fue el primero al que se le ocurrió generar una estructura externa que funja como una especie de outsider político, dentro de una misma “corriente”. 

En cambio, la resistencia, la obsesión, el reclamo de injusticia, parecen el principal aprendizaje que dejó AMLO en Marcelo Ebrard, quien va por el mismo camino. Vaya, hasta le puso “movimiento” a su movimiento, como una calca de Morena.  

Además, Marcelo Ebrard está quitándole la envoltura a una marca labrada durante años. 

La palabra “progresista” es la etiqueta con la que las estructuras políticas más identifican al excanciller. Todas y todos sus operadores se encargan de presumir que él es el más progresista; el de mayor avanzada intelectual y política; el hombre cuya inteligencia era capaz de separarse del sectarismo de los puros de Morena y de los arribistas del PRI. 

La campaña “progresista” está habilitada desde hace tiempo. En lugares como Puebla, sus simpatizantes planearon identificarse como “Morena Progresista”. Ahora, operadores se denominan como Movimiento Progresista, con sus respectivas divisiones juveniles. 

 

A simpatizantes de Marcelo Ebrard les comienza a temblar la mano 

Suena bonito y hasta optimista decir que a Marcelo Ebrard le alcanza para conformar un movimiento. Sí tiene la capacidad y el apoyo para constituirlo, pero, que avance, es otra cosa. 

¿Cuántos de los suyos están dispuestos a renunciar a la bandera guinda con la que tienen más posibilidades de ganar en cualquier futura elección, que con un movimiento que pretende ser el outsider de Morena? 

¿Quién es capaz de cerrarse las puertas del oficialismo para ser expulsado del paraíso y vagar en páramos vacíos sin ninguna coca?, ¿quién renunciará a los años invertidos en el movimiento de la “esperanza”? 

Si no me creen, aquí hay algunos apuntes: 

La periodista dueña del Palacio Legislativo, Leticia Robles de la Rosa señala que la “rebeldía” de Marcelo Ebrard no dejará ningún sisma en el Senado. Antes había 12 marcelistas, pero cuatro ya tomaron sus maletas.  

 

Su gran operador en Querétaro, el procurador de Hidalgo Santiago Nieto, ya declaró en entrevista que no planea irse de Morena para seguir a Marcelo Ebrard. Busca obtener con el partido guinda una senaduría, para el 2024. 

En el paso de los días, se prevé que más marcelistas hagan como que van por los cigarros. Cargando su peluche de AMLO bajo el brazo, algunos podrían salirse mientras Marcelo Ebrard duerme de brazos cruzados en la sala.  

A otros, no les quedará más alternativa que resistir la mirada enfadada del excanciller, cuando salgan por la puerta. 

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