La contaminación de la industria cementera y pesticida, así como la existencia de tiraderos y basureros irregularidades, ya provocaron daños ambientales en los suelos de Tula de Allende, Atotonilco de Tula y Atitalaquia, municipios que forman parte de la región que las autoridades buscan declarar como Zona de Restauración Ecológica.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presentó el “Estudio técnico Justificativo para Declarar Zona de Restauración Ecológica el área de afluencia de la presa Endhó”.
Este análisis incluye estudios realizados por varias dependencias, así como muestreos y pruebas de laboratorio realizados por Semarnat sobre la condición del agua, el viento y la tierra. Lo anterior, es para declarar la región de Tula de Allende como Zona de Restauración Ecológica y aplicar medidas urgentes para disminuir la contaminación.
El estudio abarca la condición de municipios aledaños como Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Tepeji del Río, Tepetitlán, Tezontepec de Aldama, Tlahuelilpan y Tlaxcoapan.
Esta es la tercera entrega realizada por CENTRAL Hidalgo sobre las conclusiones de dicho estudio. La primera, abarcó la contaminación de los pozos de agua. En cambio, la segunda se trató sobre el estado de la presa Endhó y el aire en algunas escuelas de la región de Tula de Allende
Las empresas generadoras de residuos peligrosos
La Semarnat identificó que la región de Tula de Allende cuenta con 498 empresas generadoras de residuos peligrosos, de las cuales 14 producen hidrocarburos. De estas 498 empresas, 237 son microgeneradoras, 206 son pequeñas generadoras y 55 son grandes generadoras de material contaminante.
El estudio también reveló que el 45 por ciento de las empresas que generan residuos peligrosos son prestadoras de servicios, incluyendo laboratorios de análisis clínicos, centros de salud, consultorios e instituciones educativas.
Además, las industrias de la construcción y otros “servicios mercantiles generadores de residuos peligrosos” representan el 14 por ciento de las empresas
El daño de la industria cementera en la región de Tula de Allende
En la región de Tula de Allende, seis cementeras generan residuos peligrosos. Tres de estas se ubican en Atotonilco de Tula y dos en Tula de Allende, todas con autorización de coprocesamiento. Sin embargo, existe una cementera en Tula de Allende que opera sin dicho permiso. Estos dos municipios son los principales afectados por estas actividades.
La Semarnat identificó tres polígonos con afectación ambiental debido a la erosión del suelo y la eliminación de fauna. Esto provocado por los bancos de materiales utilizados como materia prima por la industria cementera en la región de Tula de Allende
Estas afectaciones abarcan un total de 145.69 hectáreas: 125.27 hectáreas en Atotonilco de Tula y 20.42 hectáreas en Tula de Allende. La Semarnat advirtió que la afectación podría aumentar debido a la explotación continua de las canteras.
La dependencia subrayó que la industria cementera puede causar varios efectos negativos en el medio ambiente de la región de Tula de Allende que necesitan atención.
Señaló que, durante el proceso de producción, las fábricas emiten cantidades significativas de gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático.
Además, el consumo intenso de recursos materiales como la caliza y la arcilla puede generar una sobreexplotación.
La Semarnat indicó que las emisiones de partículas finas y otros contaminantes atmosféricos también dañan la calidad del aire.
Las operaciones (de la industria cementera) también pueden impactar negativamente la calidad del agua y contribuir a la pérdida de biodiversidad al destruir hábitats naturales.”
El efecto de los plaguicidas
El área que se planea declarar como Zona de Restauración Ecológica tiene una gran actividad agrícola, destacando la producción de maíz y alfalfa, productos que representan el 59 por ciento de la producción total del estado. Sin embargo, esta intensa actividad requiere el uso constante de plaguicidas.
El uso excesivo de estos plaguicidas, junto con la mala gestión de los envases vacíos y su aplicación en zonas sensibles, ha provocado varios problemas ambientales. Estos problemas incluyen la contaminación del suelo y del agua, la disminución de la biodiversidad y el riesgo para la salud humana”.
La Semarnat identificó que en Atitalaquia y Atotonilco de Tula existen cinco empresas dedicadas a la creación, maquilación, envasado y distribución de plaguicidas. Una de estas empresas, ubicada en Atitalaquia, se encarga de importarlos.
El estudio técnico subraya la importancia de que en la Zona de Restauración Ecológica se considere un plan de manejo de envases vacíos de plaguicidas. Y es que, actualmente, las seis fábricas asentadas no tienen un plan de este tipo.
Hasta el momento, muchos de los envases de plaguicidas terminan en tiraderos a cielo abierto, barrancas o predios abandonados, lo que agrava los problemas de contaminación.
El manejo de los residuos y la contaminación
De igual forma, la Semarnat observó que, “en la mayoría de los casos”, existe un manejo inadecuado de los residuos sólidos urbanos en la región de Tula de Allende debido a la presencia de tiraderos y basureros a cielo abierto.
Estos espacios incumplen con los requisitos de la NOM-083- SEMARNAT-2003. También con las especificaciones de protección ambiental “para la selección del sitio, diseño, construcción, operación, monitoreo, clausura y obras complementarias de un sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos y de manejo especial”.
Una de las mayores preocupaciones sobre este tema es el derrame de lixiviados y la falta de control en el manejo del biogás de los desperdicios. Esto agrava los problemas ambientales, de contaminación y de salud pública en la región.
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