Las autoridades municipales, estatales y federales trabajan para reubicar a las 151 personas que fueron desplazadas de las comunidades de Rancho Nuevo y Coamil en Huejutla, debido a usos y costumbres relacionados con la religión católica en Hidalgo.
Durante una rueda de prensa, la directora de Asuntos Religiosos del gobierno estatal, Margarita Cabrera Román, informó que han tenido avances en resolver dicho conflicto.
En las instalaciones de la Secretaría de Gobierno en Pachuca, resaltó que suman 17 mesas de diálogo con diversas autoridades municipales, estatales y federales, desde el 29 de julio. También, con miembros de iglesia Bautista de Coamil y Rancho Nuevo, de donde pertenece las personas desplazadas.
Las partes involucradas expresaron su voluntad de resolver el conflicto. También, manifestaron su deseo de volver a ocupar los predios donde vivían.
Asimismo, Margarita Cabrera expuso que el Ayuntamiento de Huejutla mostró su disposición de que dicha agrupación Bautista permanezca en la zona, en un ambiente de respeto a la ley los derechos humanos.
Sin embargo, para regresar a sus hogares, las personas desplazadas por la religión deberán realizar el pago de faenas en las comunidades mencionadas de Huejutla. Todas las partes interesadas trabajan en elaborar un plan de pago.
De igual forma, la titular de Asuntos Religiosos indicó que cualquier denuncia o investigación que exista sobre el caso será manejada por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH).
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¿Qué hacen las autoridades con las personas despejadas?
La Dirección de Asuntos Religiosos indicó que un total de 151 personas fueron desplazadas de sus comunidades en Huejutla por un conflicto religioso, según un censo realizado por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI).
Dichas personas permanecen en el Auditorio Municipal, toda vez que el Ayuntamiento les brinda atención. Por su parte, el Instituto Hidalguense de Educación para Adultos brindó certificados multigrado de primaria y secundaria a los jóvenes desplazados.
De igual forma, el gobierno estatal realizó seminarios donde piden convocan a asociaciones religiosas para pedirles que respeten la libertad de casa persona.
Margarita Cabrera no dio más información sobre las mesas de diálogo. Dichas comunidades pidieron discreción en el tema, hasta que acabe dicho conflicto.
El origen de este conflicto religioso en Hidalgo
A inicios de este 2024, ocurrieron varios incidentes entre pobladores de Coamila y Rancho Nuevo, en Huejutla. Primero, habitantes acusaron a los miembros de la iglesia Bautista de negarse a pagar faenas que forman parte de sus usos y costumbres.
El conflicto aumentó debido a discrepancias religiosas, ya que el resto de las y los pobladores profesan la religión católica. Esto derivó en que, justificados en los usos y costumbres, dichos pobladores despojaran de sus casas a las 151 personas mencionadas, quienes permanecieron en el Auditorio Municipal en calidad de refugiados.
Las familias afectadas reportaron que las y los residentes católicos los acosaron durante un tiempo. También señalaron que los despojaron de sus tierras.
Sin embargo, no es el único conflicto reciente. A finales de julio, pobladores de la comunidad de Santa Teresa, en Yahualica, propusieron desplazar a las personas que no fueran nativas de la localidad.
Lo anterior, luego de que una persona “foránea” no quiso asumir como ayudante de la iglesia local. Por lo anterior, incluso dichos habitantes amagaron con hacer una lista negra de personas que provenían de otras partes.
El pasado 6 de agosto, el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, señaló subrayó la importancia de mantener un equilibrio entre las distintas partes. Incluso, pidió al arzobispo de Tulancingo, Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, que convenciera a las y los feligreses para evitar actos de este tipo.
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