La Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) clausuró dos carnicerías en los municipios de Tula de Allende y Atitalaquia debido al mal manejo de la carne y a otras irregularidades.
Según un comunicado, las autoridades recibieron denuncias ciudadanas a través de la línea 089 de Denuncia Anónima. Los reportes señalaban actividades relacionadas con la venta irregular de carne y otras posibles actividades ilícitas.
Por ello, la SSPH coordinó una serie de operativos con la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) y la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Hidalgo (Copriseh).
Notaron condiciones insalubres en los establecimientos, pues inspectores identificaron que las paredes y equipos de almacenamiento de carnes estaban sucios. También, existía un manejo inadecuado de productos cárnicos y desechos mal procesados, lo que generaba riesgos para la salud pública.
Uno de las carnicerías es conocida como “Obrador Jalisco”. Está sobre la Avenida Insurgentes, en la colonia El Tablón, en Atitalaquia. En cambio, el otro negocio se ubica en Tula de Allende, sobre la avenida Sur, de la colonia Pemex.
Tras completar los procedimientos judiciales, las autoridades clausuraron ambas carnicerías en Tula de Allende y Atitalaquia. Dieron parte al Ministerio Público para iniciar las investigaciones correspondientes.
Dichos espacios quedaron bajo resguardo mientras las autoridades determinan responsabilidades legales contra los propietarios.
Alertan sobre venta irregular de pollo en la capital de Hidalgo
En marzo de este 2024, el regidor del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo Ostoa Pontigo alertó sobre la venta de pollo sin regulación sanitaria en Pachuca.
Informó que entre 13 y 15 toneladas de este producto ingresan desde la Ciudad de México sin una guía que certifique su origen y condiciones sanitarias. Además, denunció que vendedores informales compran pollo que solo es para consumo animal y lo ofrecen como apto para humanos a precios muy bajos.
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Esto representa un grave riesgo para la salud pública, especialmente tras casos de Tlaxcala donde pollo contaminado provocó muertes por síndrome de Guillain-Barré.
Guillermo Ostoa pidió al Ayuntamiento de Pachuca y a Copriseh intervenir para controlar esta situación y proteger a los consumidores. En ese entonces, Copriseh intensificó inspecciones en carnicerías y rastros, decomisando carne en mal estado en Hidalgo para prevenir riesgos.
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