El Tribunal de Enjuiciamiento de Hidalgo condenó a Carlos Sánchez a 25 años de cárcel por el delito de desaparición forzada en perjuicio de Carla Donají Téllez Valdez, desaparecida desde 2018.
La tarde del 7 de enero, los jueces de la Sala 4 de los juzgados de oralidad en Pachuca dictaron sentencia tras un juicio que se prolongó más de cuatro años. En el proceso participaron 40 testigos y se realizaron múltiples estudios periciales.
La parte acusatoria buscó una pena máxima de 75 años, compuesta por 50 años por el delito de desaparición forzada y 25 años adicionales por tratarse de una mujer.
Sin embargo, los jueces argumentaron que no podían aplicar esta condena debido a que Carla Téllez sigue en calidad de desaparecida.
Con las pruebas presentadas por la Procuraduría de Hidalgo, el tribunal concluyó que Carlos Sánchez estuvo directamente involucrado en la desaparición. Esto luego de considerar insostenible su versión de los hechos.
Como resultado, el Poder Judicial de Hidalgo dictó una sentencia de 25 años de prisión para Carlos Sánchez por la desaparición de Carla Téllez. Además, el condenado deberá ofrecer una disculpa pública y pagar una multa de 322 mil 400 pesos como reparación del daño a la familia de la víctima.
El tribunal también ordenó reabrir las líneas de investigación que permanecían inconclusas. Según el abogado de Carlos Sánchez, hubo omisiones en el caso. Esto motivará una nueva indagatoria sobre un testigo clave acusado de falsificar información relacionada con la desaparición de Carla Téllez.
Además, el Gobierno de Hidalgo y el Ayuntamiento de Zempoala deberán colocar una placa conmemorativa en la plaza pública de dicho municipio donde vieron por última vez a Carla Téllez. Esto para que las personas no olviden su caso y continúen su búsqueda
La desaparición de Carla Téllez
El 22 de septiembre de 2018, a las 20:30 horas, Carla Téllez salió de su casa en Rinconada de Los Ángeles, en Mineral de la Reforma, para ir a un bar de música rock en Pachuca con Carlos Sánchez. En ese entonces, Carla tenía 23 años.
Sin embargo, nunca regresó a su hogar. Al día siguiente, sus padres cuestionaron a Carlos Sánchez sobre el paradero de la joven. Según su declaración, esa noche recorrieron varios establecimientos en su automóvil Dodge Neón blanco, hasta llegar al bar Valhalla, ubicado en la colonia Periodistas de Pachuca.
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De acuerdo con el ahora sentenciado, después de beber en el bar, salieron a las 00:21 horas y tuvieron una discusión mientras conducía sobre Río de las Avenidas. Según su versión, Carla le pidió detener el auto cerca de la Central de Autobuses, donde bajó afirmando que saldría de fiesta con otros amigos.
Esta versión despertó sospechas en los padres de Carla, quienes sabían que ella evitaba salir sola durante la noche por temor.
Por otro lado, el novio de Carla, identificado como Gil César, relató que habló por última vez con ella antes de que Carlos Sánchez la recogiera. Desde entonces, los dos teléfonos celulares de Carla enviaban directamente a buzón.
La detención de Carlos Sánchez
La falta de respuesta por parte de las autoridades llevó a la familia de Carla Téllez a sumarse a una marcha el 9 de diciembre de 2022, junto a otras personas que buscaban a sus familiares desaparecidos.
En esa ocasión, la madre de Carla exigió a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) que investigara a Carlos Sánchez.
El 4 de noviembre de ese mismo año, la PGJEH arrestó al sospechoso y un juez de control en Pachuca lo vinculó a proceso. Además, le dictó prisión preventiva oficiosa.
Durante el juicio, Carlos Sánchez presentó nuevamente su versión de los hechos, aunque modificó detalles clave. Afirmó que dejó a Carla cerca del Colegio Londres y que no se separaron por una discusión, sino porque ella no quiso que él la acompañara a la supuesta fiesta.
Sin embargo, peritos de la PGJEH encontraron rastros de sangre en el Dodge Neón blanco de Carlos. Los restos aparecieron tanto en la cajuela como en un asiento al que le faltaba un pedazo de esponja, presuntamente arrancado intencionalmente por el acusado.
Estas pruebas desacreditaron la versión de Carlos Sánchez, según la parte acusatoria. Argumentaron que su relato carecía de fundamentos y que, en realidad, el sujeto habría impedido que Carla bajara del vehículo, para posteriormente desaparecerla.
Los hallazgos de la Procuraduría de Hidalgo
Durante el juicio, las autoridades recuperaron los celulares de Carla Téllez. Los dispositivos estaban en manos de otras personas, quienes afirmaron haberlos comprado y no tener relación alguna con la víctima.
Tras analizar los aparatos, expertos determinaron que la última ubicación registrada era en el municipio de Zempoala. Con esta información, las autoridades concluyeron que Carlos Sánchez desapareció a la joven en ese lugar, descartando sus versiones previas sobre el Colegio Londres o la Terminal de Autobuses de Pachuca.
A medida que el proceso legal avanzaba, testigos señalaron que el acusado tenía un interés amoroso obsesivo hacia la joven. Relataron que la acosaba constantemente, a pesar de que ella mantenía una relación con otra persona.
Varios testimonios coincidieron en que Carlos Sánchez solía amenazar a otros hombres cercanos a Carla, impulsado por los celos. Incluso, durante el juicio, el acusado admitió que “amaba” a la joven.
Un amigo de Carla declaró que Carlos Sánchez la agredió físicamente en una ocasión, golpeándola en la cara, los brazos y el estómago. En otro incidente, el sujeto le impidió descender de su automóvil, lo que obligó a Carla a abrir la puerta de una patada para escapar.
A pesar del proceso judicial y las pruebas presentadas, el paradero de Carla Téllez sigue siendo desconocido.
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