La comunidad bautista que desplazada debido a su religión por feligreses católicos de Coamila y Rancho Nuevo, sigue sin tener condiciones para vivir en el municipio de Huejutla, pese a los esfuerzos de las autoridades para su reinstalación.
El pasado 10 de octubre, los afectados ofrecieron una rueda de prensa donde hablaron sobre la intolerancia religiosa que los expulsó de su lugar de origen.
El pastor Rogelio Hernández, perteneciente a la comunidad de La Gran Comisión, destacó que actualmente se mantienen gracias a las donaciones que hacen miembros de las iglesias bautista de otros municipios de Hidalgo o de otras entidades.
De igual forma expuso que las 176 personas desplazadas por su religión de la comunidad bautista de Huejutla ya encontraron trabajo. De ellas, 160 viven en la unidad deportiva de Colalambre. Incluso, reveló que en septiembre de este año nació una niña en ese lugar.
El presidente de Impulso 18 y representante en México de Christian Solidarity Worldwide (CSW), Pablo Vargas, expuso que no es el único caso que sucede en Hidalgo. Dijo que existen bautistas que, desde 2019, no han podido regresar a sus casas en Cuamontax, Huazalingo.
Dijo que, en el caso de Huejutla, existe un desplazamiento forzado, pues habitantes católicos expulsaron a las y los afectados.
Comunidad está dispuesta a reubicarse si hay condiciones de seguridad
Representantes de la La Gran Comisión dijeron que el presidente municipal de Huejutla, José Alfredo San Román Duval, les ofreció un terreno para que vivan todas las personas de la comunidad bautista desplazadas por feligreses de la religión católica.
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Sin embargo, consideraron que no existen condiciones de seguridad que eviten que, nuevamente, sean expulsados por discriminación. Señalaron que solo aceptarán reubicarse si las autoridades garantizan su bienestar.
Asimismo, expusieron que sus anteriores vecinos y autoridades auxiliares siguen sin aceptar los acuerdos de paz propuestos por el gobierno estatal y municipal.
Gobierno de Hidalgo insiste en diálogo
Al respecto, el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, indicó que hay disposición para garantizar la paz de esta comunidad desplazada.
Aseguró que la Secretaría de Gobierno mantiene un diálogo con líderes religiosos para hallar una solución.
Insistió en que deben mantener las pláticas sin llegar a extremos violentos. Asimismo, consideró que deben priorizar la política para solucionar el conflicto, toda vez que este tipo de discriminación no debe ocurrir en el estado.
A principios de este 2024, habitantes que profesan la religión católica en Coamila y Rancho Nuevo, en Huejutla, acusaron a la iglesia Bautista de no realizar las faenas, mismas que forman parte de sus usos y costumbres.
Sin embargo, los problemas comenzaron a incrementar por sus discrepancias religiosas, en una región donde predomina el catolicismo.
En abril, los pobladores católicos se apoyaron en sus usos y costumbres para despojar de sus casas a los 176 bautistas de la zona. Los afectados tuvieron que vivir un tiempo en el Auditorio Municipal en calidad de refugiados.
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