En los últimos meses, el Consejo Estudiantil de la UAEH ha sido de particular interés para las y los alumnos paristas, quienes buscan un cambio dentro de la institución. Y es que, dicho cuerpo es pieza fundamental para la toma de decisiones dentro de la institución, por lo fue utilizado desde su fundación como un grupo de choque, un arma de extorsión y un trampolín para intereses académicos y políticos.
Una de sus principales acuerdos pactados con las autoridades universitarias, es la votación para destituir al presidente del Consejo Estudiantil, Esteban Rodríguez Dávila, misma que se llevará a cabo este 16 de octubre.
En caso de que se apruebe, su siguiente paso es la celebración de nuevas elecciones para conformar otro Consejo Estudiantil. Así lo exigen, porque dicho órgano encabezó las agresiones contra el alumnado el 19 de septiembre, en las oficinas centrales de Abasolo.
Más allá de la insistencia de reemplazarlos por su implicación en las agresiones de Abasolo, el movimiento estudiantil busca que haya una representación más fiel al estudiantado, por primera vez desde que dicho consejo fue creado.
De igual forma, el Consejo Estudiantil es relevante porque, junto a las Sociedades de Alumnos, tiene voz y voto para la toma de decisiones internas en la UAEH.
El peso del Consejo Estudiantil y las Sociedades de Alumnos
En su artículo 3, el Reglamento de Funcionamiento y Operación destaca que el presidente del Consejo Estudiantil tiene voz y voto en el Consejo Universitario. Este último, es el máximo órgano que aprueba el manejo administrativo, académico y financiero.
Pero no solo el presidente del Consejo Estudiantil tiene voz y voto en la UAEH. También los presidentes de la Sociedad de Alumnos de cada prepa, escuela superior o instituto.
Fuentes indicaron a CENTRAL Hidalgo que la mayoría de los presidentes de dichas sociedades son cercanos al Consejo Estudiantil o a otras autoridades de la institución.
De esa forma, en el Consejo Universitario votan al menos 22 presidentes de Sociedad de Alumnos y el presidente del propio Consejo Estudiantil. Las 22 consejerías, corresponden a los seis Institutos, a las nueve Escuelas Superiores y a las siete preparatorias de la UAEH.
El origen del Consejo Estudiantil en la UAEH
La historia de la UAEH está estrechamente vinculada con conformación de grupos estudiantiles. En 1964, el entonces estudiante Adalberto Chávez Bustos conformó con otros alumnos la Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH). Así lo dice el periodista Alfredo Rivera Flores, en su libro la Sosa Nostra.
Como presidente de Sociedad de Alumnos, reunió a representantes de preparatoria y de las escuelas de ingeniería, derecho, enfermería, trabajo social, entre otras, para agruparse bajo una sola representación. La UAEH también lo reconoce como un “egresado distinguido”.
De inmediato, el Consejo Estudiantil tuvo un uso político y porril, para los gobiernos en turno. Así lo destaca Alfredo Rivera:
“La natural fogosidad juvenil, la presencia de algunos líderes carismáticos, pero sobre todo las mutuas conveniencias que descubrieron gobernantes y líderes estudiantiles, propiciaron una época violenta que pronto transitó de los golpes y pequeños latrocinios al uso cotidiano de las armas y el vandalismo a gran escala”.
También explica que en los gobiernos estatales de los priístas Manuel Sánchez Vite, Donaciago Serna Leal y Manuel Sánchez Vite, hubo varios presidentes del FEUH, quienes ganaron cargos en el gobierno, igual que otros representantes “estudiantiles”.
Incluso, Adalberto Chávez ejerció como presidente municipal de Pachuca entre 1988 y 1991, con las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La radicalización del FEUH con Gerardo Sosa
Cuando el gobernador de Hidalgo era José Luis Suárez Molina, Gerardo Sosa se convirtió en presidente del FEUH, en 1977. En ese mismo periodo, también se hizo secretario general del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado. Es ahí, donde dicha persona construyó el “cacicazgo” que impera actualmente en la UAEH.
En la Sosa Nostra, Alfredo Rivera explica que los siguientes presidentes del FEUH fueron designados por Gerardo Sosa. Así, retuvo el control del principal grupo de choque de Hidalgo.
Uno de los gobernadores que más “sufrió” por el grupo porril fue Guillermo Rosell de la Lana. Tuvo diferencias con el presidente del FEUH, Zenaido Meneses Pérez, impuesto por Gerardo Sosa.
“Muchas son las versiones que corren acerca del porqué del sometimiento gubernamental a la fiereza brutal de Zenaido, pero todas ellas coinciden en la amenaza de chantaje, aunque señalan diversos motivos. Haya sido como haya sido, la verdad irrefutable era que Zenaido le tenía tomada la medida al gobernador”, resalta el libro.
Asimismo, el periodista describe que Zenaido Meneses es responsable de uno de los periodos más violentos de la política en Hidalgo, por el golpeteo del FEUH. Señala que los “representantes estudiantiles” solían portar armas.
Operan para José Antonio Zorrilla, cercano a Gerardo Sosa
Gerardo Sosa también mantuvo un estrecho vínculo con José Antonio Zorrilla Pérez, entonces director de la Dirección Federal de Seguridad (DFS): uno de los órganos de inteligencia más represivos que han existido en México.
José Antonio Zorrilla tuvo que dejar el cargo en 1985. Ocurrió, tras los señalamientos por el asesinato del periodista Manuel Buendía, a quien dispararon el 30 de mayo, de 1984.
Años después, el exdirector de la DFS regresó a Hidalgo para tener la candidatura a diputado federal del PRI. Alfredo Rivera señala que el FEUH operó en la entidad para impulsarlo como candidato.
Sin embargo, las presiones por la muerte del periodista y por supuesta negligencia en la muerte del agente de la DEA, Kike Camarena, José Antonio Zorrilla tuvo que renunciar a la candidatura. Lo detuvieron el 13 de junio de 1989 y lo condenaron a 35 años de prisión como autor intelectual del asesinato de Manuel Buendía.
El periodista Alfredo Rivera destaca que la violencia del FEUH se apagó desde 1991, debido a que Gerardo Sosa debía cuidarse más como rector de la UAEH. Así lo describe:
“El cambio no había sido tanto por convicción propia, sino que, al ejercer Sosa la rectoría, por definición estaba comprometido a mantener en orden a los universitarios y lo logró. Por otra parte, sus plantes políticos a corto plazo le obligaban a construirse una imagen ajena al porrismo”.
El FEUH cambia de nombre
Por ello, describe que en 2003 terminó la etapa porril. Ese año, el FEUH pasó a llamarse Consejo Estudiantil. Sin embargo, mantiene una de sus constantes: el uso de dicho cuerpo como trampolín político.
Uno de sus expresidentes, Christian Herón Guevara Gálvez, llegó a la subsecretaría de Política Pública, con Omar Fayad Meneses; Jorge Mayorca Olvera fue diputado local, ahora, es director de Acuerdos Legislativos en el Congreso del Estado.
En cambio, los exlíderes Juan Carlos Muñoz Medina y José Fernando Enciso Ruíz forman parte de la burocracia de la UAEH. El primero, ejerció como auditor en la Contraloría general, hasta el 2017.
Por otra parte, Juan Carlos Muñoz es director de Relaciones Interinstitucionales. En 2019, su nombre apareció en el tendedero donde alumnas expusieron a presuntos acosadores.
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