Desde el Congreso del estado buscan declarar al pulque como patrimonio cultural, debido a su historia e importancia gastronómica en Hidalgo y todo el país. De acuerdo con la propuesta, esto ayudaría a aumentar el desarrollo económico de la entidad.
El pasado jueves, el diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Miguel Ángel Martínez Gómez, presentó la iniciativa para que la llamada “bebida de los dioses” sea considerada como patrimonio cultural.
El pulque es una manifestación de nuestra identidad cultural, transmitida de generación en generación, que refleja el ingenio y la destreza de nuestros antepasados en el manejo del maguey y en la elaboración de esta emblemática bebida”, comentó.
Explicó que el pulque es, junto con el tequila y el mezcal, una de las bebidas tradicionales de México. Señaló que se consume desde la época prehispánica y, desde entonces, generó conocimientos y prácticas artesanales que buscan proteger.
El perredista explicó que, si declaran al pulque como patrimonio cultural de Hidalgo, las regiones donde florecen las pencas de maguey de donde se extrae serán beneficiadas.
Miguel Ángel Martínez dijo que algunos de los municipios productores de esta bebida son Actopan, Metepec, Tulancingo, Acatlán, Singuilucan y Agua Blanca.
Como patrimonio cultural, el pulque impulsará la economía en Hidalgo
En este sentido, el diputado consideró que la declaración del pulque como patrimonio cultural permitirá el desarrollo económico e impulso sostenible del turismo en Hidalgo.
Igualmente, indicó que la declaración promueve la preservación de una “tradición ancestral”, así como la diversidad, inclusión y el respeto hacia la cultura hidalguense.
El pulque es una bebida alcohólica prehispánica. Proviene de la fermentación del mucílago o aguamiel. Este es la salvia que contiene el cogollo de maguey.
Para extraerlo, es necesario que el maguey madure por 12 años. El cogollo o centro se corta con un cuchillo y el tlachiquero (encargado de la extracción) introduce su acocote por el cual fluye el aguamiel.
De acuerdo con el portal del Gobierno de México, el aguamiel lo fermentan en “tinacales o lugar donde instalan los tinacos que almacenan el producto. Posteriormente, se mezcla con la semilla o pie de pulque.
Cuando dicha preparación está lista, inicia el proceso de fermentación y la transformación del aguamiel a pulque. El proceso tarda aproximadamente 24 horas.
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