Octavio Jaimes

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Octavio Jaimes

El velo que cubre a la información oficial de Seguridad Pública en Hidalgo 

Si bien a nivel estatal se pretende informar “transparentemente” a la ciudadanía en materia de seguridad pública, a nivel municipal es precisamente el Mando Coordinado de Hidalgo el sistema que obstruye el acceso a datos oficiales de los hechos diarios. 

Informar la nota roja o investigar la fuente policíaca siempre ha sido un problema en materia de acercamiento con las autoridades. En nuestra época, amparados bajo el “debido proceso” y hasta justificándose -de manera conveniente- con la ley de protección a víctimas o a los derechos de los presuntos implicados, los mandos de las corporaciones locales e incluso las oficinas de Comunicación Social en los municipios pasan por alto “ciertos eventos”.  

Si bien a nivel estado la administración de Julio Menchaca se ha esforzado por conservar la imagen de “gestión transparente” en materia de seguridad, compartiendo “n” cantidad de boletines, esta información llega a los medios con demasiada filtración. Los filtros comienzan, principalmente, en cada una de las demarcaciones, especialmente en las adheridas al sistema estandarizado del Mando Coordinado.  

Con esta modalidad, las direcciones locales de Seguridad Pública fácilmente “avientan la bolita” a sus homólogos del estado. Es bajo argumento de que “toda la información la traen ellos”. Entonces no queda más que esperar lo que, tal vez, llegue a informar la instancia a cargo de Salvador Cruz Neri.  

Esto, más que salvaguardar la integridad del caso, de las víctimas o de los presuntos culpables, rompe con el derecho a la información de los ciudadanos. Pretende crear una falsa perspectiva de seguridad en la sociedad.  

Entre menos información oficial haya sobre la seguridad pública en Hidalgo, menos medios la divulgarán. En caso de que lo hagan, es fácil desmentirlo al argumentar que ese no es el “parte” de las autoridades, sobajando así el peso testimonial de implicados, transeúntes, oficiales que fungen como fuentes para reporteros, testigos, entre otros partícipes de la denuncia ciudadana.  

“De lo que no se habla, no existe” 

Lo vemos recientemente con hechos que pegaron al Valle de Tulancingo. En primera instancia, comerciantes de la Central de Abastos reportaron que uno de sus compañeros fue víctima de un violento robo en los últimos días de diciembre. Además de que le despojaron de objetos de valor, lo encajuelaron y ahí lo dejaron. Las autoridades locales pasaron por alto este hecho y hoy en día es casi imposible encontrar en redes o en internet alguna nota periodística al respecto, como si nunca hubiera pasado.  

Este hecho, entonces, queda fuera de la estadística que podrían realizar de forma independiente los medios de comunicación. Para muchos medios oficialistas, tal acontecimiento queda descartado como hilo del cual tirar para detectar. Por ejemplo, incrementos a los asaltos violentos en la región, cada vez más denunciados por ciudadanos y, en paradoja, menos por los entes de seguridad pública locales de Hidalgo. 

Mismo caso con un reciente asalto a mano armada en contra de una colectiva del transporte público de la ruta Tulancingo-Acaxochitlán, sobre la federal México-Tuxpan. Este hecho no es solo el segundo que ocurre en la misma zona, con la misma modalidad, en las últimas dos semanas. Esto pone en tela de juicio los mecanismos de vigilancia carretera que tanto presumen a nivel estado y nacional.  

***

Entonces nos queda, periodísticamente hablando, consultar otras fuentes oficiales como el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Aunque atinado y fácil de interpretar, aleja a las audiencias de los hechos diarios. Un cúmulo de datos no tienen el mismo efecto que una nota descriptiva sobre cierto ilícito. 

Pero no se malentienda. No se trata de glorificar o generar morbo a través de la violencia y la inseguridad. Una sociedad bien informada también puede participar en acciones de prevención. Incluso detonar en asociaciones o colectivas que fortalezcan a los sistemas del Estado desde la organización social.  

La decadencia en el carácter informativo de nuestro estado obedece a costumbres que -reitero- se heredaron de operaciones priístas que tanto daño nos causaron a la sociedad, con funcionarios que se aferran a demostrar que “de lo que no se habla, no existe”.  

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Muchas gracias a quienes son fieles a este espacio de opinión. Desde acá mis mejores deseos para el año comienza.

Porque nos traiga ensueños, porque no sea su equipaje un cúmulo de amargos desconsuelos…”, como dice el poeta Guillermo Aguirre. 

¡Feliz 2025! Nos seguimos leyendo.  

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Octavio Jaimes

Octavio Jaimes

Originario de la Ciudad México pero adoptado por Hidalgo, tierra en la que ejerce periodismo urbano. Amante del cine, la música, la literatura y los movimientos sociales, trabaja como reportero en el...

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