El Ayuntamiento de Tula de Allende, ahora encabezado por el morenista Christian Martínez Reséndiz, limitó el trabajo de los reporteros y reporteras luego de amenazarlos con sacarlos de la Sesión de Cabildo si no acataban ciertas reglas.
Durante la sesión del Cabildo del 4 de noviembre, el área de Comunicación municipal obligó a las y los reporteros de la región Tula-Tepeji a permanecer en un espacio delimitado por una cinta amarilla
Dicho espacio es de pequeñas dimensiones y, si los medios decidían quedarse a cubrir la sesión, debían hacerlo estando de pie durante tres horas seguidas. Además, debían llegar momentos antes de iniciar la sesión para hacer un pase de lista.
En caso de no acatar ambas ordenes enviadas por la encargada de comunicación social, Andrea Rodríguez, las y los reporteros no podrían ingresar a la sesión, según expusieron organizaciones civiles.
La administración justificó que no los dejarían entrar porque “interrumpirían” a las y los regidores en sus labores.
Incluso, amenazaron con sacar a las y los reporteros con personal de la Policía Municipal si se movían del área delimitada o si se quejaban de dicha acción en las sesiones del Cabildo de Tula.
Asociaciones condenan medida contra reporteros en sesiones del Cabildo de Tula
La Asociación Regional de Profesionales de la Comunicación (Areproc) y la Fundación para la Comunicación y el Periodismo (FUNCOPE) acusaron al presidente municipal de Tula de Allende, Christian Martínez Reséndiz, por el mal trato realizado hacia los reporteros.
Ante esta situación, la Areproc dijo que este actuar limitaba la libertad de expresión de los reporteros que cubren al Cabildo de Tula de Allende.
Le recordamos al presidente municipal de Tula que la sala de Cabildo es un espacio público y que las y los reporteros solo hacemos nuestro trabajo, que es informar a la ciudadanía, no -interrumpimos- como sugiere su comunicadora social”.
Por su parte, la FUNCOPE comentó que era autoritaria la medida del Ayuntamiento de Tula contra reporteras y reporteros durante la sesión del Cabildo.
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Subrayó que el “corral de la ignominia” fue empleado en 1997 en el Congreso de la Unión, cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió su mayoría. Dicha medida pretendía contener a periodistas para informa sobre esos hechos.
Por ello, la fundación dijo que la medida con cinta amarilla limitaba, denigraba y estorbaba la labor de los periodistas que cumplen con su labor.
De igual forma, acusó que el espacio dado a los medios de comunicación era indigno. Tampoco tenía las mínimas condiciones para ejercer el ejercicio periodístico.
Señor Presidente Municipal, debemos recordarle que las y los periodistas no van a su domicilio particular, van a la sede del Ayuntamiento, un edificio público en el que se realizan actividades públicas, las cuales son, por su puesto, materia informativa por su misma naturaleza”.
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