El gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, informó que continúan ejerciendo presión a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para que emita la Declaratoria de Restauración Ecológica en Tula de Allende y así evitar más contaminación en la zona.
En rueda de prensa, el mandatario asumió la responsabilidad de iniciar el proceso de declaratoria para “recuperar” el área y evitar más daño ambiental.
Pese a los desafíos económicos que conlleva, aseguró que buscará revertir la degradación ambiental que sufrió la zona durante décadas.
Por ello, destacó que buscará lograr la Declaratoria de Restauración Ecológica en Tula de Allende “antes de que finalice la administración federal” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
De igual forma, Julio Menchaca resaltó que María Luisa Albores González, titular de Semarnat, conoce muy bien el daño ambiental de la región. Dijo que la funcionaria recorrió la presa Endhó y notó las implicaciones de la contaminación por la recepción de aguas negras.
En mayo del 2023, María Luisa Albores adelantó que realizarán la Declaratoria de Restauración Ecológica, para lo cual, harían un diagnóstico en Tula de Allende.
En ese momento la secretaria de Medio Ambiente dijo que planeaban concluir el análisis en un plazo de tres meses. Sin embargo, desde entonces no hay más avances.
Ambientalistas muestran dudas por Declaratoria Ecológica
Cabe mencionar que, antes de que venciera el plazo anunciado por SEMARNAT, colectivos expresaron su temor sobre la eficacia de la Declaratoria Ecológica y sugirieron posibles intereses políticos detrás del proceso.
En entrevista con CENTRAL Hidalgo, Angelica Arellano, representante de la Red de Conciencia Ambiental de Tula, respaldó la intervención del gobierno federal. Sin embargo, expresó preocupación por la prisa y el posible descarte de estudios previos realizados por organizaciones.
Sin embargo, coincidió que dicha Declaratoria Ecológica es necesaria para abordar la contaminación de la región.
Para ello, también instó a la Federación a detener proyectos que contaminan la zona, como el rellenado de cemento del Río Tula.
Una de las principales preocupaciones en torno a la declaratoria, era que las autoridades solo hicieran un par de estudios, pasando por alto la alta problemática de contaminación que abarca muchos aspectos y que daña la salud de las y los habitantes de la región.
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