Este 21 de marzo, el Pueblo Mágico de Acaxochitlán, ubicado en el corazón de Hidalgo, se prepara para recibir el Equinoccio de Primavera 2024. La celebración tendrá lugar en la zona arqueológica de Tzacuala.
Este evento, arraigado en la riqueza cultural y tradicional de la región, invita a locales y visitantes a ser parte del ritual que busca la armonía y conexión con los elementos naturales.
En conferencia de prensa realizada en las instalaciones de la Secretaría de Turismo de Hidalgo, Fulgencio Vargas Vargas, representante de la Operadora Turística Indígena FFF, compartió detalles sobre las actividades planeadas para este significativo día.
La ceremonia central del Equinoccio de Primavera 2024 consistirá, según las tradiciones ancestrales, en pedir permiso a los cuatro puntos cardinales para llevar a cabo todas las actividades programadas durante el año, un gesto de respeto y sincronización con el Universo y la Tierra.
El evento iniciará a las 12:00 horas con el Tlamanalli, una ofrenda que celebra la conexión con el cielo y la tierra. También se pondrán ofrendas en el altar principal y se repartirán xochimapales, que consisten en pequeños arreglos de pan y flores. También habrá el baile del Xochipitzahuac y la entrega de bastones de mando.
El acto promete ser una experiencia transformadora que ofrecerá a los asistentes la oportunidad de sumergirse en prácticas culturales profundas. La zona arqueológica de Tzacuala, conocida por su belleza y su importancia histórica, proporcionará el escenario perfecto para este encuentro entre la humanidad y la naturaleza, y simbolizará un puente entre el pasado y el presente.
La ceremonia del Equinoccio de Primavera 2024 no solo atrae a aquellos interesados en la cultura indígena y las tradiciones espirituales, sino que también se ha convertido en un evento de interés para visitantes nacionales e internacionales.
¿Qué es el Equinoccio de Primavera?
El equinoccio de primavera es un evento astronómico que captura la esencia de la renovación y el equilibrio en la Tierra, marcando el inicio de una estación llena de vida, color y crecimiento. Este fenómeno ocurre anualmente con la entrada de la primavera. Es celebrado en diversas culturas por su significado y las transformaciones que conlleva en el mundo natural.
Desde una perspectiva astronómica, el equinoccio de primavera tiene lugar cuando el Sol, en su trayectoria aparente por la esfera celeste, cruza el ecuador. Este cruce resulta en un día y una noche de duración casi idéntica, lo que da origen al término “equinoccio”, derivado del latín “noche igual”. A nivel global, este evento se presenta entre el 19 y el 21 de marzo, variando ligeramente cada año debido a la órbita solar.
El equinoccio también un punto de inflexión climático ya que en el hemisferio norte señala el fin del invierno y el comienzo de la primavera.
Esta estación se caracteriza por el florecimiento y el retorno de la fauna migratoria, así como un aumento gradual de las temperaturas. Este renacimiento natural ha sido motivo de celebración y reflexión desde tiempos antiguos, simbolizando la renovación, la fertilidad y el nuevo crecimiento.
A nivel cultural y social, el equinoccio de primavera ha inspirado festividades y rituales que reflejan la importancia de este momento de transición. Diversas culturas asignaron significados simbólicos al equinoccio, celebrándolo como un momento de equilibrio, renovación y esperanza.
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