Avon Products, Inc. (API), la empresa matriz de la marca de belleza Avon en Estados Unidos, se declaró en bancarrota debido a las numerosas demandas y deudas relacionadas con el uso de talco en sus productos y la supuesta relación con casos de cáncer.
Debido a ello, la empresa optó por acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos para el Distrito de Delaware.
La decisión de Avon llega tras gastar más de 225 millones de dólares en litigios y acuerdos con clientes que afirman haber desarrollado enfermedades debido al uso de productos de talco de la marca.
Es importante destacar que esta declaración solo afecta a la filial estadounidense de Avon. En este sentido, no afecta a la marca a nivel internacional.
El negocio de Avon en Norteamérica lo adquirió la empresa coreana LG Household & Health Care Ltd. en 2019. Es esta compañía asiática la que enfrenta actualmente los litigios.
En contraste, en 2020, la empresa vendió sus operaciones fuera de Estados Unidos a la empresa brasileña Natura & Co. por 125 millones de dólares.
Postura de Avon y Natura
A pesar de las acusaciones, Avon sostiene que las demandas carecen de fundamento. Sin embargo, la empresa ha admitido no contar con los recursos financieros suficientes para afrontar los costos legales.
Natura & Co., como socio mayoritario de Avon a nivel global, se ha comprometido a proporcionar 43 millones de dólares en financiamiento. Esto para asegurar la continuidad de las operaciones durante el proceso de reestructuración.
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Además, Natura condonó casi 530 millones de dólares en deuda garantizada para aliviar la presión financiera sobre Avon.
El CEO de Natura, Fabio Barbosa, expresó su apoyo a la decisión de Avon de declararse en bancarrota en Estados Unidos. Dijo que esto era una muestra de independencia para las unidades de negocio.
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