La mala calidad y altos precios son los motivos de los alumnos que vender productos en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) en contra de las restricciones de la institución. Estas actividades comerciales son un ingreso importante en su vida diaria, representando la diferencia entre seguir o abandonar sus estudios.
En otros casos, vender sus productos es lo que les provee del dinero necesario para alimentarse y pagar su renta.
Es lo que ocurre con Josefa, estudiante y comerciante “clandestina” de la UAEH, quien vende dulces para completar sus gastos del mes. “Es difícil el traer cargando la mercancía, lo que gano lo ocupo para la renta y comida”.
Por eso que apoyó la campaña de estudiantes de no comprar en las cafeterías de la universidad, del 17 al 21 de abril, luego de que la institución prohibió a los alumnos vender sus productos en la UAEH.
“La comida aquí es muy cara y no de la mejor calidad, hay muchos compañeros que venden mejor comida y más barata”, dice en entrevista a CENTRAL Hidalgo.
En tanto, Kevin vende dulces a sus compañeros y apoya completamente el no comprar en las cafeterías de la escuela. El principal motivo son los elevados costos de los productos y lo “injustas” que son las porciones. ”Es una estafa, es muy caro, no sabe a nada y las porciones son muy pequeñas”.
Vende golosinas en la escuela por necesidad, pues sin dicha actividad no podría solventar los gastos del semestre.
“A mí nadie me ayuda, estudio y trabajo, y con lo que saco de los dulces completo para comer más o menos bien y para lo que me piden en las clases”.
Kevin no tiene tiempo suficiente como para buscar un trabajo estable mientras estudia, ya que entre clases y tareas se va el día. Lo ha intentado, “pero todos me piden que tenga disponibilidad de horario (…) Es muy frustrante”.
Mala calidad en cafeterías, favorece a alumnos que venden productos en la UAEH
En cambio, Juan es un vendedor de pastes y reconoce la ligera “facilidad” para hacer competencia a las cafeterías de la UAEH debido a la baja calidad de los productos “oficiales”.
“Todo lo que venden esta horrible y grasoso, por eso los que venden comida (entre los alumnos) acaban rápido”.
Los negocios ubicados en los alrededores de los planteles han intentado aprovecharse de la situación con “buena comida”, accesible y en agradables ambientes.
“Te encuentras algo para calmar el hambre desde 20 pesos, una quesadilla, un taco o hasta comidas corridas si te pones fino, además tienen música para ambientar”, resalta Juan.
En las últimas semanas, la universidad intensificó sus acciones contra los alumnos que vendan. Fue así por la inconformidad de algunos docentes y por las pérdidas económicas de las cafeterías al interior de los planteles, según los propios alumnos.
Sin embargo, esto no impedirá que los estudiantes sigan encontrando la manera de vender sus productos en la UAEH. “Es que no puedo encontrar un trabajo por estudiar”, insiste Juan.
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